Rompe el Circulo Apoya, Defiende y Ama La Casika

Si hay alguna palabra que define la relación de Rompe el Círculo con La Casika es “fraternidad”. Para Rompe ella es su protectora hermana mayor, compañera, cómplice, consejera; es referencia,
 modelo de ser. Desde el primer momento que surgió nuestro espacio allí estaba La Casika, es más, para muchos de nosotros y nosotras, desde que tenemos recuerdos de activismo, allí estaba ella. Para nosotros está y es desde siempre y para siempre. Sin La Casika nuestro pueblo no sería el mismo. El raro encanto que tiene Móstoles se lo debe en gran parte a ese refugio de magia, creatividad, imán para lo diverso, para lo difícil de encontrar, a veces, único y excepcional.
En un mundo de individualismo y soledad tener un espacio donde estar juntos, donde ponernos en común, es saludable y transformador, una emoción que genera ilusión y potencia. Una potencia que asusta a los apoltronados del cortijo-ayuntamiento, que hace añicos el miedo que nos quieren imponer. Esta oposición entre los valores de una  ociedad absurda y la comunidad rebelde y alegre se ve en cada gesto; al consumismo le opone el compartir, al enfrentamiento la cooperación, al despotismo la igualdad, al  ensamiento único la pluralidad y así con todo amigos y amigas. Los malos hábitos se cambian por los buenos y los buenos por los mejores.
En estos momentos en los que La Casika nos necesita, en realidad, nos hacemos conscientes de cuanto la necesitamos nosotros a ella. Por ello nos la quieren quitar, porque  nos hace falta para encontrarnos y hablar de nuestros problemas y echar a andar las soluciones, porque en sus fogones se cocinan pócimas que nos hacen invencibles, sus  aredes ponen límites a la destrucción del casco antiguo y sus puertas se abren para dejar entrar al paisanaje y para dejar salir el talento a contagiar las calles. La necesitamos para hacer lo que hemos hecho durante estos 16 años a su amparo. Para hacer una cultura solidaria y comprometida con la historia, para desarrollar una política de todos y para todos, participativa. Para que el pueblo tenga su casa. Y para hacer lo que tenemos que hacer en los próximos 16 años; Construir una economía del común, basada en nuestras necesidades y no las necesidades del capital, o como les gusta decir en la televisión “los mercados” en un sistema que está en fase terminal y que demás no lo queremos más.
La Casika es ese sustrato que hace germinar un mundo nuevo. Los colectivos que se han valido de ella para sus iniciativas sociales se cuentan por centenares. Si queremos Romper el Círculo de “Trabajo y Consumo”, ese ciclo de fatiga y supervivencia para alimentar una máquina que nos controla, si queremos romperlo necesitamos La Casika.
Por eso estas líneas y por eso nuestras manos tendidas para lo que haga falta, cogidos de la mano con los dos compañeros elegidos de cabeza de turco, con toda La Casika y con el pueblo vivo, caminando codo a codo, saltando juntos cada obstáculo. Todos a una paso a paso hacemos ruido y despertaremos al gigante que ahora duerme y que se llevará por delante a toda esta morralla de caraduras que se oponen a las alternativas de un mundo que nos lo arrebatan y ni les pertenece, ni se lo merecen.
Apoya, Defiende y Ámala tu también.

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